«Hay sectores afectados y cadenas de pagos complicadas. Las pymes, por ejemplo», le dice Martín Cabrales a Infobae. El empresario, tercera generación y vicepresidente de la empresa que lleva su apellido y es sinónimo local de café, hace un repaso de la coyuntura económica y de los fuertes cambios, de consumo y estratégicos, que impactan el eje de su negocio. Además, habla de lo complicado que puede ser el traspaso generacional en empresas familiares y de los cambios en el sector cafetero.
«Veo meses difíciles para el consumo, pero soy optimista», asegura el empresario. En ese sentido, destaca que confía en que la administración de Mauricio Macri puede encauzar la economía.
– ¿Qué medidas habría que tomar para reducir esos impactos?
– Se necesita una reforma tributaria grande para ser más competitivos. Confío en este gobierno y creo que a la larga se van a ir dando las condiciones, pero a corto plazo esto perjudica tanto al consumo interno como a las empresas más chicas. Cargas tributarias, temas laborales. Hoy, a la hora de contratar gente hay que pensarlo dos o tres veces porque las indemnizaciones son muy altas.Está el ajuste: pagar impuestos tan altos para mantener un Estado tan grande son cosas complicadas que los argentinos ya vivimos. Debe ser muy difícil, no quisiera estar en el lugar de ciertos funcionarios pero son temas que se tienen que dar para el éxito; y los empresarios no tenemos que vivir del Estado, tenemos que ser responsables de nuestras acciones.
Confío en este gobierno y creo que a la larga se van a ir dando las condiciones, pero a corto plazo esto perjudica tanto al consumo interno como a las empresas más chicas
– ¿Es optimista?
– Sí, a mediano y largo plazo, soy optimista. Pero el consumo está afectado por estas situaciones.
– ¿Hizo bien el Gobierno en acudir al FMI?
– Creo que el apoyo internacional es muy bueno. Sufrimos muchas crisis y tener un auditor externo que acompañe, como el Fondo, es bueno. Que nos hayan declarado país emergente es bárbaro también. Ahora, hay que hacer reformas y tener políticas de Estado permanentes y continuas.
– ¿Se podría haber evitado la crisis cambiaria?
– Sucedió. Hablar con el diario del lunes no es adecuado. Lo que pasó, pasó. El Gobierno actuó rápidamente y fue eficiente. Acudir al Fondo se iba a acudir igual, creo que ya estaba en los planes y para la Argentina es necesario.
– ¿Le preocupa el nivel de inflación?
– Es muy grave, es el peor impuesto que tenemos. Come el salario de todos y también el poder adquisitivo. Es terrible y el gobierno está muy preocupado. Hay que trabajar en eso.
– ¿Cómo lo ve al presidente Macri?
– Lo veo muy bien, creo que quiere ser reelecto. Y también la veo bien a la gobernadora [por María Eugenia Vidal].
Ningún traspaso es fácil: es complicado dejar el mando, el poder atrae, pero hay un momento en el que hay que delegar
– ¿Qué opina de un dólar en el rango de $28-29?
– Creo que está muy bien. Imagino que se va a mantener en ese nivel porque también hay que contener la inflación y ver las tasas de interés. Las pymes viven de lo que venden, de la renta y del crédito. Hoy, tomar crédito a tasas 40% es muy complicado. Van a salir líneas subsidiadas porque sino será difícil el crecimiento para muchas empresas chicas. Nosotros somos una pyme grande que crece gracias a la rentabilidad que tenemos y a los dividendos que reinvierte la familia permanentemente. Hace 76 años que estamos en la Argentina, mirá si no vamos a ser optimista a mediano plazo.
El café del abuelo
La historia de esta compañía comenzó el 10 de noviembre de 1941,cuando el asturiano Antonio Cabrales Vega, abuelo de Martín, fundó el local de venta al público de café llamado «La Planta de Café». Hoy, la empresa familiar está en manos de la tercera generación y ya hay una cuarta trabajando con el desarrollo de nuevas marcas (como dulces y mermeladas).
«Hay que trabajar el traspaso generacional y todo es distinto de una generación a la otra. Así como vamos al clínico, es recomendable una o dos veces por año llamar a un consultor de empresas de familia para anticiparse a los problemas, tener reuniones de familia y profesionalizar la empresa. Y estar siempre rodeado de gente más inteligente y capaz que uno. Ningún traspaso es fácil: es complicado dejar el mando, el poder atrae, pero hay un momento en el que hay que delegar», resumen el empresario que además es vicepresidente en Bodega Norton y fue incluido este año entre las 100 personalidades más destacadas en la categoría «Instituciones, Comunidad y Empresas en la Argentina (2008-2017)» por la Fundación Konex.
– ¿Cuál es la clave para seguir siendo relevantes en un segmento que sufre cambios constantes como el del café?
– Hay que estar atentos, saber leer al consumidor y seguir las tendencias.
– ¿Cuáles son esas tendencias?
– Hoy en el mundo se toma cada vez más café, es la segunda bebida más consumida después del agua. Seguimos esa tendencia einvertimos mucho en la marca, tecnificamos nuestras plantas y lanzamos permanentemente productos nuevos. Y eso ayudó a crecer en un país en el que es difícil crecer en el mercado interno, sobre todo con un producto que no produce localmente el commodity. Importamos 100% el grano crudo y hacemos la parte industrial y de fabricación en las plantas de Mar del Plata.
Así como vamos al clínico, es recomendable una o dos veces por año llamar a un consultor de empresas de familia para anticiparse a los problemas
– ¿Cuánto facturan?
– Unos USD 50 millones por año.
– ¿Y cuál es el mix de ventas?
– En facturación, el 60% va a productos fuera del hogar. En cuanto a consumo, mitad al hogar y la mitad a restaurante y bares. Para el consumo hogareño, la tendencia es la monodosis y las cápsulas, pero también siguen pesando las formas más tradicionales: café molido, instantáneos, que han mejorado mucho, y café en saquitos. Tratamos de que el consumidor tenga en góndola la mayor variedad posible para elegir.
– ¿Se impone la cápsula como modalidad de consumo?
– Esa es una parte del consumo dentro del hogar. Se vencieron la patentes de cápsulas a nivel mundial y están las compatibles que se pueden usar en la máquinas como las Nespresso, por ejemplo. Después se sigue consumiendo en granos y molidos, y dentro de granos aparecen los distinto orígenes y los cafés especiales. Hay una gran variedad en Brasil, Colombia, Costa Rica y Nicaragua. Cada vez el argentino conoce más gracias a la globalización y la apertura. El consumo se sofistica.
Todo el tiempo se descubren mejores propiedades para el café, como que es un antioxidante natural y energizante. Antes no tenía tan buena prensa
– ¿Cuánto café consumimos los argentinos?
– Unos 45 millones de kilos por año. Es bajo, pero hay una tendencia a la suba, sobre todo con la gente joven que se acerca al producto. Además, todo el tiempo se descubren mejores propiedades para el café, como que es un antioxidante natural y energizante. Antes no tenía tan buena prensa.
– Pierde con el mate…
– Sí, la bebida nacional es el mate. Pero antes tuvimos otros picos históricos de consumo mayores, como en los años 30 y 40. Y ahora volvemos a esa tendencia.
– ¿Parte de la estrategia de negocios de la empresa es ampliar la exportación?
– Sí, estamos evaluando exportar más. Lo hacemos a la región, pero queremos ir al mundo y estudiamos cómo hacerlo. Se tienen que dar la condiciones para poder vender los productos que elaboramos con valor agregado local. Ahora nos miran más, pero Argentina está recién entrando a este nuevo contexto más favorable a la exportación, hasta ahora era muy difícil. Igual, el gran volumen de nuestro negocio es el interno, y luego el regional. Está bueno abrir un poco la economía, pero no indiscriminadamente porque hay sectores que hay que cuidar más que otros. Como país tenemos mucho futuro como vendedores de alimentos con valor agregado. Cabrales importa un commodity, le agrega valor, le pone una marca y le va bien. No es imposible.