La Patagonia está de moda en el mundo y cada vez más empresas de todos los rubros buscan sacar provecho de la marca para conquistar clientes internacionales, aunque en paralelo enfrentan el desafío logístico que implica emprender desde el sur
«Producir en el sur es un costo extra importante y desde un punto de vista logístico es una traba muy grande. Además, al operar en la Patagonia uno está sujeto a muchos imponderables, como incendios, volcanes y hasta los últimos conflictos con los mapuches. A esto se suma que se paga un plus del 25% en la mano de obra por zona desfavorable», asegura Manuel Cabrales, quien junto con otros socios, como su tío Martín Cabrales y Diego Solá Prats, hace seis años adquirió Patagonia Berries de manos de sus fundadores.
«La marca Patagonia es muy reconocida internacionalmente, sobre todo en mercados desarrollados, como Estados Unidos o la Unión Europea. Para cualquier consumidor holandés, alemán o norteamericano, la Patagonia es referente de un lugar alejado, libre de contaminación y 100% natural», explica Cabrales.