La tradicional empresa marplatense incursiona en nuevas líneas de productos de la mano de uno de sus herederos
Es difícil escuchar el apellido Cabrales y no pensar en el aroma que inunda el aire cada vez que se abre una bolsa de café. Sin embargo, esta familia ha comenzado a asociarse en los últimos años con una nueva gama de productos que también disputa la atención de los consumidores en el desayuno: las mermeladas artesanales
El mérito corresponde a Manuel Cabrales, de 30 años, que a comienzos de 2013 se hizo cargo de la empresa chubutense Patagonia Berries. «Llegué a la decisión de que el mejor socio era mi familia», dijo Manuel el panel «Un apellido, dos caminos» del evento Family Business, que organizó Comunidad de Negocios. «Tenía los contactos, se planteó el negocio, lo vimos juntos y arrancamos», añadió.
Su tío, Martín, vicepresidente y accionista del emporio cafetero familiar, fue quien lo acompañó en este proyecto. «El tema del desarrollo de nuevos productos es algo que nos apasiona», reconoció. A pesar de su aporte, asegura que se mantiene «bastante ajeno» a las decisiones de management que toma su sobrino: «Él maneja su negocio solo. Una vez cada tanto voy a la reunión de directorio y veo los números.»
Poco tiempo atrás, Manuel sumó también al portfolio de su empresa Make it Happen -en la que Cabrales tiene una participación minoritaria- a las papas fritas Gauchitas. «El proyecto lo inició un primo mío desde cero, situando la planta en Balcarce, colaborando con el INTA y usando variedades de papas especiales», dijo. «Lo que me gusta son los alimentos de consumo masivo, en esa inquietud uno busca ofrecer productos innovadores en nuevas categorías.»
«Creo que nuestro país tiene una gran oportunidad a futuro en lo que es alimentos con valor agregado, como las papas fritas hechas en Balcarce, Patagonia Berries y el café colombiano que viene a nuestra planta en Mar del Plata», concluyó Martín.
Fuente:
http://www.lanacion.com.ar/2053406-los-cabrales-una-familia-entre-el-cafe-y-las-mermeladas