La emergencia económica no da tiempos para análisis con enunciados al estilo: «¿Qué hubiera pasado si…?» Cambiemos dejó el Gobierno y los números de la economía demandan soluciones o directivas urgentes. Por eso en las comidas que reunieron a empresarios en Punta del Este el apellido Macri no estaba en agenda (y en algunas) su mención hasta generaba polémicas entre pares. El corte lo dio en público Cristiano Rattazzi cuando tuvo conceptos públicos alentadores hacia la actual gestión de Gobierno y, alineados con el empresario, ningún par salió a cruzarlo o a desmarcarse. Hubo tres polos en Punta del Este donde apellidos que manejan variables económicas compartían pareceres: el de Alejandro Bulgheroni en su Bodega Garzón, la casa de Santiago Soldati, y el pasado fin de semana, los Brito sumaron otros en su casa de La Barra. Y el invitado más requerido era Luis Lacalle Pou, nuevo presidente uruguayo cuyo padre Cuqui –también ex mandatario– es amigo de casi todos ellos. En algunos hay una apuesta tácita a que Lacalle sea el «Macri que no pudo ser», para exhibirlo como opción válida al «populismo» a sabiendas que Uruguay no es Argentina. Igualmente la presencia en dichas comidas tanto de Luis o de su padre sirvieron para no centrar a la economía argentina como tema único. Algunos de los nombres que recorrieron dichas mesas fueron: Federico Braun, Andrés von Buch, José Urtubey, Alejandro Roemmers, José Luis Manzano, Jorge Pereyra de Olazábal, Alejandro Massot, Martín Cabrales y los uruguayos Joaquín Reyes Delgado y el petrolero Pedro Baridón.