«Parece ciencia ficción para Argentina». Luis Ovsejevich, presidente de la Fundación Konex fue la primera persona que se vio en las pantallas led, enormes y verticales, que se acaban de estrenar. Mediante la firma de un acuerdo con la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires lideró el proyecto de restauración del Salón de Actos. Se planeó restaurar las butacas pero la recaudación de fondos superó las expectativas: USD 250.000 cuyo uso es auditado por BDO y la certificación será enviada próximamente a cada benefactor.
Ya sobre el estrado Ovsejevich enumeró todo lo que se logró por sobre lo planificado: alfombras nuevas, mejora de la iluminación, las dos pantallas led a ambos lados del escenario, pasillos de emergencia, el capitoné de las puertas, los espacios para personas con movilidad reducida y todo realizado con los mejores materiales del mercado. Hasta se compró la tela para nuevos cortinados y en todos los casos se utilizó material ignífugo.
Hubo 93 benefactores que donaron cifras que van de los 1.000 a los 10.000 dólares.Figuran todos sus nombres en placas de acrílico en el ingreso del salón: desde Toyota a Arcor; el Rotary Club de Buenos Aires en el año de su centenario; el Estudio Beccar Varela; Pan American Energy; Thomson Reutres-La Ley. Hubo también aportes del sector financiero, como Puente Hermanos, Banco Santander Río; Banco Ciudad; la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, empresas como Infobae, Neocolor; empresarios como Marcos Galperin, Martín Cabrales, José Urtubey; abogados como Marcelo Eric Gebhardt (In Memoriam); y diversos estudios entre otros Aguirre Saravia & Gebhardt, Gil Lavedra, Rodríguez Mancini & Arias.
En su discurso Ovsejevich destacó tres gestos: el de Leonardo Montanaro quien dio su última materia en diciembre y sin tener aún su diploma quiso devolver a la facultad algo de lo que él recibió. El de un abogado en Shangai, Willie Yang, que se graduó en esa casa de estudios y desde China quería mostrar su agradecimiento con un aporte importante. Y el de Fernando Gray, intendente de Esteban Echeverría, que sin conocerlo y tras leer un artículo en Infobae lo llamó y le contó que también le había llamado la atención el estado del salón cuando el año pasado asistió a un concierto del que participó su hija. Como graduado quiso también agradecer con una donación. Un detalle no mencionado: fue el único político que participó, incluso pidiendo que no se hiciera difusión, en una Facultad que dio al país 15 presidentes de la Nación desde Nicolás Avellaneda a Eduardo Duhalde.
Por su parte el decano Alberto Bueres señaló que la Facultad fue haciendo mantenimiento pero que el paso de los años «justificó este enorme esfuerzo» a 70 años de su inauguración. Incluso mencionó algunas otras reparaciones que encara la facultad por su cuenta como aulas para dictar post grados.
Federico Carenzo, abogado graduado hace 30 años, fue designado coordinador del proyecto por la Fundación Konex. Al hablar destacó lo que consideró aún «más importante» como la vocación de servicio, el compromiso entre gente que puede pensar distinto y aún así «que festejemos el hecho de haber alcanzado un objetivo común». Confesó que le temblaban las piernas: «Misión cumplida» cerró su discurso con la voz entrecortada el abogado que en su celular, desde el 4 de diciembre hasta el 4 de abril, llevó una aplicación con el avance de obra para alcanzar los objetivos y plazos.
Antes de que la Camerata Bariloche reinaugurara el salón con un concierto impecable con obras de Vivaldi, Mozart, Kreisler, Sarasate y tres obras de Astor Piazzolla, el rector de la UBA, Alberto Barbieri, destacó «la cooperación pública privada» que propuso «apuntalar» a pesar de que «a veces algunas ideologías plantean que no corresponde». Sin embargo él celebró que muchos de los benefactores sean graduados que quisieron devolver lo que son gracias a su paso por la educación pública y gratuita.
«Ahora que se dieron cuenta que se puede hacer los invito a seguir colaborando» propuso y admitió que «no es casualidad» el deterioro que sufrió el salón cuando se cuenta con «presupuestos exiguos». Y advirtió: «No se puede dar calidad de educación e investigación si no tenemos la estructura necesaria». Hizo además un anuncio: «Hoy he logrado firmar la resolución para restaurar el techo así que Luis (dijo dirigiéndose a Ovsejevich que lideró el proyecto casi con obsesión) ¡vamos a arreglar el techo!».
Barbieri, como lo remarcara el vicedecano Marcelo Gebhardt en el video, recordó que en ese emblemático salón se realizó en 2015 el primer debate presidencial de la Argentina y abogó por que el próximo, con el lugar en óptimas condiciones, se realice allí.
Ovsejevich agradeció a todos los actores que hicieron posible la restauración, entre ellos la arquitecta Sonia Terreno que también puso en valor el Teatro Colón y el trabajo de Hugo Lañin y su equipo.
Además de haber recibido su título de abogado en 1960 en ese Salón y de haber dictado clases durante 13 años el presidente de la Fundación Konex es un incansable gestor. Tan importante le pareció el resultado que propuso «olvidar incomprensiones y trabas» que hubo que atravesar y se despidió con un proverbio ruso: «Las grandes obras las sueñan los santos locos, las ejecutan los luchadores natos, las disfrutan los felices cuerdos y las critican los inútiles crónicos».